
Después de la Segunda Guerra Mundial, los asesores del presidente Harry S. Truman diseñaron una estrategia que debía servir para relanzar la economia de USA y que, de rebote, impulsaría a todos los países del "Mundo Libre" hasta unas cotas de bienestar y desarrollo impensables unos años antes. Cuando uno de esos asesores dijo algo asi como que "nuestra economía demanda que hagamos del consumo la base de nuestro sistema de vida", la nueva religión quedó definitivamente constituida. Hay que añadir que si bien el Plan Marshall es visto como uno de los elementos que impulsó la unificación europea, ya que creó instituciones para coordinar la economía a nivel continental, además de las consecuencias relacionadas directamente con la economía de los países receptores de ayudas, una consecuencia directa fue la introducción sistemática de técnicas de gestión de inspiración estadounidense....contra comunismo, consumismo.
Y han pasado algunas décadas, en las que nos hemos ocupado de llevar el desarrollismo irracional hasta cotas que ponen en peligro nuestra propia supervivencia, llegando en los países mas desarrollados a barbaridades tales como que el 99% de los producido termine en la basura antes de seis meses; quizás tengamos petróleo todavía para unos años, con lo cual las poderosas corporaciones impedirán la implantación de sistemas alternativos que frenen el terrible deterioro planetario, pero es que dependemos de otros materiales, como el coltan (columbita-tantalita), cuyas reservas mas significativas (en torno al 80% mundial) se encuentran en la Rep. Democrática del Congo ( la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de unos 4 millones de muertos); Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a Occidente-principalmente a USA- en donde se utiliza para la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es usado en la casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles,GPS, televisiones de plasma, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4)...cuando se acabe el coltán, el 30% de los niños congoleños quizás puedan ir a la escuela y ya no habrá de dos a tres muertos por cada kilo extraido, pero ...¿qué haremos con nuestro maravilloso y brillante mega centro comercial?
Parece que no es el sistema financiero lo que falla, sino el sistema entero, y como diría Saramago, tenemos que reinventar la democracia...y es posible que hasta a nosotros mismos.