viernes, 18 de enero de 2013

en la fiesta de bla, bla, bla






-absordo.-que carece de lógica y de tímpanos

-abzurdo.-que escribe con la izquierda,  pero sin sentido alguno

-anivino.-dícese de quien averigua el futuro después de ingerir bebidas espiritosas

-anoversario.-celebración gay

-antiidiótico.-medicamento a punto de ser retirado del mercado dado su escaso éxito

-bartasar.-rey negro con habilidad manifiesta para valorar locales de copas

-calcopatía.-síndrome del que imita a los enfermos

-escandaloza.-dícese de quien hace excesivo ruido al limpiar la vajilla

-estrensante.-situación de quien lo pasa mal durante un trayecto en ferrocarril

-fondamental.- hostal de intelectuales

-librélula.-bicho que vuela a su gusto y manera

-liberracion.-buffet

-necional.-nacional

-parriente.-primo gracioso

-pobreta.-recipriente para ensayos; 2) recipiente para ensayos después de rajoy

-polinecia.-mujer algo torpe procedente de oceanía

-prostiputa.-vocacional

-revosolución.-movimiento popular definitivo

-secuestramor.-se dice de quien priva de libertad, pero con cariño y delicadeza

-soporifiero.-dícese del que es sumamente agresivo cuando se aburre

-soporsitorio.-medicamento que produce somnolencia

-vacaiones.-partículas en periodo de inactividad






















jueves, 17 de enero de 2013

times IV



la ultima estación,  una cualquiera,  ha traído marivuelas (lnunca se posan) y canela en rama,  que los pequeños devoran en ensaladas sin aliñar;  muy cerca, en el patio interior de la mansión, otros niños juegan con bolas de nieve de un azul muy metalizado;  y mientras,  ajena a todo,  el ama de llaves rebusca entre el césped del salón una poción,  puede que mágica,  que le devuelva al menos una parte del legítimo poder

 como es bien sabido,  las ardillas nunca meriendan solas ni los geranios conocen el correcto funcionamiento de las cocinas de gas,  pero con buena voluntad y algo de pericia por parte de un mayordomo amable y nada afectado, el ritmo parece que pudiera continuar

alguien enciende una luz,  y ya nada es igual,  como es lógico

en algún momento,  justo en algún momento,  los ciclos diluirán el paisaje y todo volverá a empezar...o no

miércoles, 9 de enero de 2013

Burocracia hasta los huesos









El asunto no era agradable en si mismo, pero no esperas nunca que se convierta en  una especie de relato de Edgar A. Poe, además con el añadido de la burocracia,  informatizada,  pero que sigue sin estar coordinada entre las distintas administraciones,  y parece anclada en el siglo pasado,   de manera que es el usuario  quien continua "uniendo" a las  consejerías y entidades de las que hace falta un certificado o un permiso...más o menos como en Islandia (*)

Alguien había muerto cinco años atrás y me tocó hacer la gestión de traslado, o, en caso contrario, los  restos pasarían al osario común del cementerio. "Vengo para hacer un traslado de restos";  después de pagar las tasas correspondientes, el funcionario, muy amable por cierto, me ofrece una hoja de papel: "aquí tiene las instrucciones, le sugiero llevar el orden";  me quedé algo desmarcado, suponía que una vez abonadas las tasas, la empresa que gestiona el cementerio se haría cargo de todo; "lea ud. abajo del todo, la letra en negrita"; y si, lo decía bien claro: "el traslado, una vez autorizado, corre a cargo de los familiares".

Certificados varios, permiso de sanidad para traslado de restos humanos, con una tasa de 2.16 euros, que tuve que ingresar en una entidad bancaria y volver con el justificante de ingreso (para agilizar, supongo);  menos mal que la caja de plástico sabía donde encontrarla: "le hará falta una caja plástica con cierre y donde quepa una cabeza a lo alto y un fémur a lo largo, y en tal sitio la puede encontrar".

Pues no, no cabía...había sufrido un accidente de joven (murió con 90 años) y tenía el fémur soldado con la tibia y el peroné...me vino a la cabeza algo que dijo hace mucho tiempo esa persona al romperse una cadera (con setenta largos, y volvió a caminar con su pierna soldada): "me  tenía que haber roto la rodilla que igual después me la dejaban bien"...creo que ella se habría reído de todo esto;  a mi, tengo que confesarlo, no me hizo demasiada gracia.


(*) Hace años, un amigo que había abierto un negocio en Rekiavik, me contaba: "te fríen a impuestos, pero en 24 horas y después de hablar con UNA persona, tienes todos los permisos".



sábado, 5 de enero de 2013

el té saharaui

     El té se ofrece como gesto de hospitalidad a cualquier visitante, que a cualquier hora, llegue a la jaima o a la casa de un saharaui. Se le da una gran importancia tanto al té usado como a la forma de preparación, siendo la limpieza de los utensilios durante todo el proceso algo fundamental;  tampoco cualquiera debería hacer el papel de al-qiam o maestro de ceremonias,  este debe ser alguien elocuente, limpio, educado, si es posible, poeta,  y que facilite la comunicación y no el enfrentamiento;  no hay que decir que es un honor para el/la designad@.

    Utensilios para hacer el té: una bandeja de acero inoxidable, una tetera, vasos (de cristal) de té,  y el carbón para cocinarlo (un infiernillo suele ser el sustituto en la ciudad);  el elemento fundamental es el té verde,  que los saharauis eligen cuidadosamente y que se guarda en un recipiente llamado zimbil,  y la mejor agua es la de manantial (si ello es posible).

    Tradicionalmente se prepara en una tetera de metal, en la que se hierve el agua al calor de las brasas; la infusión resultante del primer hervor suele desecharse por su amargor; luego se pone de nuevo agua a hervir en la tetera, y esta vez se le añade bastante azúcar.

     Una vez ha hervido, se sirve la primera ronda de té, pero la cosa no termina aquí; el encargado de su preparación pasa el té de un vaso a otro, varias veces, vertiéndolo desde cierta altura para darle la textura espumosa que lo caracteriza

     Es muy conocida la tradición que dice que han de tomarse tres tés: el primero es amargo como la vida, el segundo es dulce como el amor y el tercero suave como la muerte.
Pero la verdad es que en una tarde/noche de té saharaui se pierde la cuenta y no hace falta que lleguen nuevos invitados para que "la excusa para compartir" nos siga sorprendiendo con una mezcla única de aspereza y dulzor.