domingo, 15 de octubre de 2017

Encuentros breves.




No dije nada; pasaron unos segundos y al fin se movió, un poco, como para desatender la tensión que intentaba por todos los medios disimular. De pronto se giró y me pareció que decía algo relacionado  a la ira que me dominaba, mientras insistía en que era la única.

Salí a dar una vuelta sin mirarla siquiera y dejé pasar el tiempo yendo a ninguna parte de la manera más eficaz posible. Al fin me decidí; sin pensarlo más entré en la casa...allí estaba, y me sentí enfadado y cansado sólo de pensar que todo seguía igual que como lo había dejado.

Con la mayor calma que me era posible encontrar casi murmuré: "No es cuestión de ira, si tu cagas donde yo como, la convivencia empezaría a ser complicada muy pronto, por decirlo de una forma suave""

Me pareció que se reía cuando la dejé en la calle, quizás fueran nervios porque esperaba que acabara con ella, o puede que estuviera ante el celebre humor anglosajón, dado que se trataba de una cucaracha inglesa.


Ilustración: Ancor dibujante.

Flipando con las mujeres. Parte tres

"Y tiene nombre de mujer 
como la soledad, como el consuelo; 
los fugitivos del deber 
no encuentran taxi libre para el cielo"























Flipando con las mujeres. Parte dos.





El 8 de febrero de 2015 el joven Mohamed Haidala murió en una cárcel marroquí después de haber sido agredido por varios colonos de esa nacionalidad, que no fueron detenidos, y de no recibir la asistencia que requerían sus heridas, lo cual terminó acabando con su vida.

Su madre sigue, dos años y muchos meses después, reivindicando que le devuelvan los restos de su hijo, primero,  para poder hacerle una autopsia con garantías,  y segundo, para poder enterrarle en el cementerio familiar. Takbar Haddi, la llamada "madre coraje",  también estuvo a punto de perder la vida después de una huelga de hambre de meses frente al antiguo consulado del Reino de Marruecos, y ahora sigue plantada ante la Delegación del Gobierno de LPGC, exigiendo al gobierno de España que tome cartas en el asunto como potencia administradora del territorio que sigue siendo a nivel legal, al no haberse celebrado el referéndum que determinó en su día (1975) el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

A veces paso a saludarla y siempre tiene una sonrisa preparada y una frase amable en la boca: "Hola hermanito ¿qué tal?  ¿cómo está tu familia?"...como para no flipar con ella.

P.D..-El día que la vi junto a Aminatu Haidar pensé que parecía imposible que pudiera haber tanta determinación, entereza y dignidad en dos mujeres de aspecto más bien frágil y que apenas levantan la voz cuando hablan.

sábado, 14 de octubre de 2017

El pasado. Códigos y costumbres (que diría Sócrates).

"No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta".-Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini (Pablo VI para los colegas y acólitos).


"Nada turba los siglos pasados,
no podemos arrancar un suspiro de lo viejo".-F. G. Lorca


















Flipando con las mujeres. Parte una.



Dos mujeres con las que flipo (entre otras muchas...a algunas tengo el placer de conocerlas).


Hildegarda fue compositora de música sacra para ser cantada por mujeres, una especie de anatema en su tiempo (siglo XII), pero fue también abadesa, médico (o médica) y escritora. Se libró de ser quemada y terminó siendo santa. Bajo mi punto de vista, un espíritu del Renacimiento que nació antes de tiempo.



Hipatia

Pd.-Para que sean al menos tres, incluyo a Raquel Weisz (Hipatia en "Agora") entre las señoras que me hacen flipar, por uno u otro motivo. Y saliéndome un poco del tema, aprovecho para decir que Amenábar me parece uno de los más grandes directores de la historia del cine.

Hipatia, claro, pero casi prefiero que sea ella quien diga algo:

-Enseñar supersticiones como si fueran verdades es algo terrible.

-Por supuesto que soy creyente. Creo en la filosofía y en el razonamiento.





jueves, 12 de octubre de 2017

Una situación complicada.




Ocurrió en una de las calas del sur de GC donde solíamos ir a pasar el fin de semana. Ese día solo estábamos nosotros, dos chicas de entre 18-20, una adolescente que podría tener 15 en aquel momento, y un servidor, 26.

El día transcurrió sin mayor novedad, y cuando ya hacia rato que había anochecido me dice una de las jóvenes:  "Hay una verbena...¿vamos?", "No, no me apetece ir de verbena con tres mujeres, una de ellas una adolescente", "Pues si no te parece mal nosotras nos vamos de marcha", "pues que lo pasen bien, y ya saben, a tener cuidado".

No mucho después de que se marcharan vi bajar por uno de los complicados accesos a tres individuos que no me gustaron nada desde el minuto uno. Se colocaron algo alejados y no terminaban de montar la tienda, parecían discutir entre ellos, y no eran discusiones agradables ni respetuosas, así que la impresión era cada vez más negativa.

Al final no fue tan terrible. Me acerqué a ellos y les salude, me ofrecieron una copa que se multiplicó en poco tiempo, encendieron porros...y todo en una atmósfera con la que era complicado empatizar, pero al final sirvió de algo porque ni se plantearon acercarse a mi tienda, donde dormía la adolescente.




Como esas viejas fotos...


"...como esas viejas fotos que no miraste mucho cuando eran nuevas porque no contenían el presente pero que al envejecer acabaron conteniendo el pasado".-Nieve (John Crowley)





Seguir adelante...



Es una preciosa mujer que acaba de cumplir los 40 hace unos meses;  hace un año le diagnosticaron una enfermedad rara que la Seguridad Social no trató de manera adecuada,  de manera que hasta hace unos meses estaba prácticamente abocada a permanecer en una silla, o incluso en una cama en los momentos de crisis.

No se rindió y siguió buscando soluciones, hasta dar con un traumatólogo que si sabía de que iba el problema. Su enfermedad es crónica, pero ahora, con el tratamiento adecuado, puede hacer una vida casi normal, incluido trabajar.

Si lo asocio con algún que otro caso de algunas personas a las que les tengo especial cariño por diferentes motivos, y que también han logrado salir de su particular túnel emocional,  o están a punto de conseguirlo, pues solo me queda una conclusión posible...siempre hay que seguir adelante.





domingo, 8 de octubre de 2017

La queja

No me lo dijo exactamente con esas palabras, pero es quizás una de las personas que mejor me conoce, y el sentido estaba bien claro:

 "De manera que te quejas de que anímicamente no estás para muchas y resulta que has hecho las paces hace muy poco con alguien importante para ti,  después de estar convencido de que no habría forma de arreglar algunas historias de la parte oscura del pasado que arrastra cada cual, en este caso el tuyo. Por otra parte, has recuperado la amistad de otra persona, con la que no hace tanto estabas convencido de que solo podrías llegar a un frío pacto de respeto mutuo y alguna que otra felicitación...¿y te quejas?"

Por otra parte, eso último de mantener un contacto amistoso pero eventual,  me ocurre con alguna que otra relación lejana...y me doy por conforme, me parece que hay que tener mucho cuidado con lo que se pide a los dioses, que ya advertía la sabia Brunilda: "Cuidado con lo que pidas. A veces escuchan"



Cómics-La Década Prodigiosa.




Hace tiempo que estaba por ordenarlos. Me puse a ello finalmente, y fue a Milo Manara al primero que me encontré entre los viejos fantasmas que se esconden en mi colección de cómics.

Cómics y años ochenta son una misma cosa, y entre lo mucho y bueno, las colaboraciones de Jean Giraud (Moebius) o Juan Giménez con Alejandro Jodorowski como guionista, significan quizás el momento cumbre y clave en muchos aspectos, aunque si hablamos de erotismo, hablamos de Manara.
Una de las virtudes que tiene Milo es que sabe ahondar en lo escabroso sin ser vulgar. Recuerdo la época en que mis hijos empezaron a interesarse por los cómics. Siempre les había gustado dibujar, pero me parecían aún muy jóvenes como para explicarles algunas de las temáticas, así que les daba "acceso limitado". Más tarde siguieron de alguna manera cerca de los cómics, pues ambos son hoy en día ilustradores y diseñadores gráficos.

Entre las historias que no me parecían para adolescentes,  todos los números sin excepción de "El Víbora", hecho en Cataluña y que aportó el trabajo de gente notable, pero que tampoco se cortaba a la hora de ser zafio, evidente en exceso y vulgar a conciencia.  Manara también estuvo en la lista de los censurados, sobre todo una historia donde una preciosa chica tenía una relación con un señor de mediana edad, al que seducía (Manara siempre es elegante con la imagen) y convencía para participar en un peli porno...lo que el señor no sabía es que se trataba de una peli snuff  (violencia real) gay donde moría alguien, que no era otro que él mismo....mientras la chica grababa, pues ese era su otra parte del trabajo, además de conseguir "actores",  el de cámara.

No, mejor esperar un poco para explicarles (intentarlo) como es posible que haya mentes tan perversas. Grande Manara, pero con algo de "mal puto" a veces, porque te cuenta una historia terrible, pero te enteres casi en la última viñeta.