El 8 de febrero de 2015 el joven Mohamed Haidala murió en una cárcel marroquí después de haber sido agredido por varios colonos de esa nacionalidad, que no fueron detenidos, y de no recibir la asistencia que requerían sus heridas, lo cual terminó acabando con su vida.
Su madre sigue, dos años y muchos meses después, reivindicando que le devuelvan los restos de su hijo, primero, para poder hacerle una autopsia con garantías, y segundo, para poder enterrarle en el cementerio familiar. Takbar Haddi, la llamada "madre coraje", también estuvo a punto de perder la vida después de una huelga de hambre de meses frente al antiguo consulado del Reino de Marruecos, y ahora sigue plantada ante la Delegación del Gobierno de LPGC, exigiendo al gobierno de España que tome cartas en el asunto como potencia administradora del territorio que sigue siendo a nivel legal, al no haberse celebrado el referéndum que determinó en su día (1975) el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
A veces paso a saludarla y siempre tiene una sonrisa preparada y una frase amable en la boca: "Hola hermanito ¿qué tal? ¿cómo está tu familia?"...como para no flipar con ella.
P.D..-El día que la vi junto a Aminatu Haidar pensé que parecía imposible que pudiera haber tanta determinación, entereza y dignidad en dos mujeres de aspecto más bien frágil y que apenas levantan la voz cuando hablan.
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