-¿Qué tal?
-Bueno...regular
-Hay algo, una especie de mantra, que te podría ayudar, lo llaman la "oración de la serenidad"
-Mal empezamos, ¿a quien le podría dirigir una plegaria un agnóstico?
--A quien o a lo que tu decidas, siempre que sea alguien o algo que consideres que tiene sentido para ti, que, de alguna manera, no esté condicionado por deseos, frustraciones, o incluso creencias adquiridas; puede ser un dios personal, o bien el sentido último de la existencia, los antepasados, el inconsciente colectivo...
-O esa silla que tengo enfrente
-Si te vale a ti, incluso esa silla
-Sigo sin verlo, hasta a veces dudo si soy "un agnóstico que se hace demasiadas preguntas o un ateo que se hace muy pocas"
-Si, y es cierto lo que decía Aristóteles en referencia a que los hombres "crean dioses a su propia imagen, no sólo en cuanto a su forma, sino también a su modo de vida."...no lo hagas, sé sincero contigo mismo, busca algo, lo que sea, superior a ti o que no esté condicionado por tus circunstancias y limitaciones, con eso basta
-Eso tampoco tiene lógica, está claro que cualquier cambio sólo vendrá, en todo caso, del interior
-¿Y quien ha dicho que tengas que buscar fuera?
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