domingo, 15 de octubre de 2017

Encuentros breves.




No dije nada; pasaron unos segundos y al fin se movió, un poco, como para desatender la tensión que intentaba por todos los medios disimular. De pronto se giró y me pareció que decía algo relacionado  a la ira que me dominaba, mientras insistía en que era la única.

Salí a dar una vuelta sin mirarla siquiera y dejé pasar el tiempo yendo a ninguna parte de la manera más eficaz posible. Al fin me decidí; sin pensarlo más entré en la casa...allí estaba, y me sentí enfadado y cansado sólo de pensar que todo seguía igual que como lo había dejado.

Con la mayor calma que me era posible encontrar casi murmuré: "No es cuestión de ira, si tu cagas donde yo como, la convivencia empezaría a ser complicada muy pronto, por decirlo de una forma suave""

Me pareció que se reía cuando la dejé en la calle, quizás fueran nervios porque esperaba que acabara con ella, o puede que estuviera ante el celebre humor anglosajón, dado que se trataba de una cucaracha inglesa.


Ilustración: Ancor dibujante.

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