Publiqué en mi muro de Face la noticia de la muerte de Madiba, que resultó falsa, y de hecho Mandela aún vivió algunas semanas más. De entre las que he tenido, esa es una de las "metidas de gamba en Red" de las que guardo peor recuerdo.
Pensaba que conocía a Gadafi, pero le conocí algo mejor después de su muerte, y después también de haber opinado sobre el conflicto libio sin tener la suficiente información.
Un comentario a destiempo sobre los idiomas que se hablan en un lugar determinado originó un equívoco desagradable en esa pequeña parcelita que me toca por la voluntad del todopoderoso caralibro.
Un día me divertía en un foro, y pasé a otro lugar con el mismo espíritu de fiesta y de bromas. Hice varios comentarios divertidos entre gente conocida y amiga...hasta que me paré a leer, y me di cuenta de que, debido a lo que allí se hablaba, ninguno de mis comentarios venia a cuento en aquel lugar y en aquel momento.
Y algunas más, desde luego.
Si el maestro Albert nos pone a todos en un aprieto a la hora de ser originales: "la originalidad consiste en saber ocultar las fuentes", en ciertos casos vale la pena sin duda olvidar tanto la supuesta originalidad como las prisas, y acudir a las fuentes, de verificación en este caso, o, sencillamente, pararse a leer a los demás.
Ilustración: "Grill"/Yero Grill
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